La Bella Yndiana

24 de Junio del año 1651 de nuestro Señor Jesucristo.

La taberna "La Bella Yndiana" se encuentra en el interior del barrio de Tres Aguas. Es un lugar donde se puede encontrar a la mayor cantidad de hideputas y cortagargantas en la rivera del castillo de San Georgio. La mayoría pertenecientes a los Viejos Tercios, pero también es habitual encontrarse con Yndianos venidos de las tierras de ultramar, algún mestizo y en muy raros casos, antiguos sacerdotes de la Santa Inquisición que han decido colgar los hábitos y servir a Dios y al pueblo en vez de a esa Iglesia corrupta. La casa colindante, es el centro de operaciones de un oficial de tercio que solo le interesa dos cosas: el dinero y sus hombres, pues sin hombres no obtendría dinero en los trabajos que hacen y sin dinero no obtendría hombres para hacer esos trabajos. El es el protector de "La Bella Yndiana". Nadie se tira un pedo en su establecimiento sin su permiso. Él es Luis CastroLobo, conocido entre los hombres del Duque del Alba como "El Tuerto"

En el salon comedor, CastroLobo esta cenando queso con pan y disfrutando de un vino saqueado a los galos durante su regreso a la península. Una sombra se filtra por debajo de la puerta. Llevará unos diez minutos y aún no se decide a entrar

- ¡¡TiroLargo!! ¡Deja de hacer guardia en la puta puerta! Las nuevas que traigas del Duque no pueden ser peores que este maldita humedad

- Tuerto, me temo que no son tan malas como nos podíamos esperar después del ultimo trabajo que nos encargo el Duque...

- ¡¡EL ÚLTIMO TRABAJO QUE NOS ENCARGÓ EL DUQUE, FUE UN PUTO DESASTRE DESDE EL PRINCIPIO!! Perdí a cuatro buenos hombres porque un allegado del Duque le había dicho donde se guardaba el oro del ultimo cargamento de las Yndias, y ¡¡fue una puta trampa la que nos tendió ese banquero ante los bastardos de la Guardia!!... Por cierto, ¿cómo está "el Canijo"?

- Bien, se va recuperando. Aunque no podrá sentarse en una larga temporada. Tuvo mucha suerte ese mochilero de recibir la bala en su gordo trasero

- Bueno Enrique dime, ¿cuáles son las nuevas de el Duque?

- Accede a tu petición de refuerzos, llegarán en unos días y serán tres

Enrique "TiroLargo" se acerca a Castrolobo y le entrega una carta amarillenta lacada con el sello bermellón de la Casa del Alba.

- Fernán Velosca, recio natural de Numancia que sirvio 12 años en el Tercio Viejo de Sargusta

- Parece , Tuerto, que es una buena pieza para la partida. Estuvo a las órdenes del maestre Angel Marcial el MataTurcos

- Sí, pero las noticias buenas se van tan rápido como llegan. Nos llega otro novato. Un Quinto de Toletum, pero por no poner, no han puesto ni el nombre del muchacho. Esperemos que aprenda rapido el manejo de la pica, si no, será alimento para peces en la primera salida. Y por ultimo tenemos a... ¡¡ME CAGO EN LA SANTA PUTA!! Nos envía al mayor borracho al norte de Matriz, al hideputa de Victor de Reguera

- !¿CÓMO?! , ¿¿"El Vizcaina" sigue vivo?? Pensé que continuaba en Vallesol dando cuenta de las gargantas de los galos
CastroLobo mira con una sonrisa pícara a su amigo

- "De las gargantas de los galos" o de los coños de las galas...

- Sea como sea CastroLobo, hay que reconocer que en el uso de la vizcaina muy pocos lo igualan y...

- Lo que me jode, es que el Duque haga que sea yo la niñera de ese pendenciero, por el hecho de que ese borracho sea el padrino de mi hijo.

- Pero sigue siendo un valor importante para la cuadrilla, siempre y cuando no se acerque mucho al vino.

- Ya sé que es un  gran maestro del esgrima, pero ¿lo sabe él?' desde el asunto de Saboya no ha levantado cabeza y solo el vino hace que el pasado se desvanezca. En fin, si esto es todo lo que nos puede ofrecer el Duque, tendremos que aceptarlo e intentar seguir adelante. Puedes retirarte TiroLargo.

El Zurriago, viejo amigo del Tuerto desde hace muchos años, se da la vuelta y se dispone a marcharse cuando escucha el sonido de una bolsita de Maravedíes caer sobre la mesa del Tuerto.

-Por cierto Enrique, he escuchado que ese banquero da una fiesta con sus nuevos amigos dentro de tres días en su hacienda, cerca de la Trinidad. Podías hacerle una visita y recordad a sus invitados que quién engaña a el Duque no respira más de un mes en Ysbilia.